Cada día vemos a diario en el mundo millones de estímulos que mantienen a muchas personas en un constante temor a algo.
Es sabido que las emociones tienen un efecto directo en nuestro cuerpo y en nuestras acciones. El miedo nos paraliza y mantiene a la sociedad en la infelicidad, en la pobreza y en lo que es peor, incluso puede llevar a muchos a la muerte.
Tomar consciencia de nuestros pensamientos cobra una especial y significativa importancia. El miedo realmente no soluciona ningún problema, si no, más bien agota la energía mental, la vitalidad, la esperanza y la valentía.
Los miedos hacen que la vida de las personas vaya de fracaso en fracaso, viviendo una vida llena de frustraciones y ansiedad, dado que este tipo de pensamiento destruye nuestro poder de resistencia y por lo mismo nos predispone a convertirnos en victimas justamente de lo que más tememos.
Lo cierto es que cualquier pensamiento insano, de temor, de inseguridad, de enfermedad, de escases, limita todas las posibilidades de ser felices. El miedo paraliza y se transforma en una emoción muy destructiva que funciona como un fantasma que nos deja sin fe en nosotros mismos limitando de este modo cualquier posibilidad de provisión divina y por lo tanto de tener éxito y prosperidad.
Ser conscientes de nuestras emociones y elegir con voluntad ser protagonistas de nuestro destino, implica no permitir que el miedo te robe el derecho de ser feliz, siendo un esclavo de tus preocupaciones. Ocúpate de cultivar pensamientos valientes y reemplazar conscientemente todo lo negativo.
En la consulta y en mis cursos te ayudo a observarte y trabajar con algunas técnicas que te permitirán trabajan en esta dirección.

Que seas feliz!