En la medida que los seres humanos se identifiquen con la mente y no con el ser, las relaciones se convierten en una fuente de dolor creadas por problemas o conflictos.

Vemos a menudo como muchas personas prefieren vivir solos para no repetir el drama inconsciente de una relación pasada, otras saltan de una relación a otra repitiendo una y otra vez los ciclos de dolor y de “felicidad”, en busca de la realización con una pareja. Otros deciden mantener una relación disfuncional, por la costumbre, el miedo a estar solos, por los hijos o incluso por la adicción inconsciente al drama.

Comenzar a identificarse con el ser implica comenzar a tomar consciencia de cada evento que ocurre en nuestras vidas para comenzar una transformación desde nuestro interior. Reconocer cada situación, sin tratar de escapar, ni negar lo ocurrido, abrirá una gran oportunidad para no perpetuar situaciones de dolor o de conflicto.

Cuando existe reconocimiento, existe libertad. Cuando te das cuenta que no hay armonía, que no hay paz, es tu propio conocimiento el que crea un espacio de libertad y de reflexión que transforma esa situación.

Permanecer en ese estado de consciencia la mayor parte del tiempo, especialmente de tu estado interior, de la rabia, de los celos, de la actitud defensiva o de la necesidad de tener la razón, de los impulsos por discutir o de la frialdad en los sentimientos o de esa necesidad de “atención”, permitirá que esa energía solo encuentre la presencia de la compasión, del amor.

El objetivo de una relación no es realizarte, ni hacerte feliz. Si continúas persiguiendo esa realización a través de una relación, te desilusionaras una y otra vez. Si, por el contrario, aceptas que la relación es para hacerte consciente, para hacerte crecer en lugar de feliz, sintonizaras con esa consciencia del amor.

Para tener relaciones sanas, primero se debe hacer un trabajo personal de auto observación, de aquellas creencias que nos hacen mirar el mundo como lo hacemos, para finalmente entender que lo que vivimos con nuestras parejas es un reflejo de nuestro propio mundo interno.

Por qué atraemos a cierto tipo de pareja?
Por qué repetimos los mismos patrones una y otra vez?
Que necesitas saber de ti para relacionarte en forma sana?
Por qué debes amarte ti mismo? Y como aprender a hacerlo?

La auto observación será un maravilloso camino que te permitirá hacer consciente los conflictos internos para recuperar tu poder, dejando ir lo que sea necesario, para comenzar a vivir la vida que sueñas.